1. ANTECEDENTES, SITUACIÓN ACTUAL ESPAÑOLA

La pitaya o fruta dragón es originaria de Centroamérica (México), aunque también se encontraba estandarizada en países sudamericanos como Brasil y Ecuador y de menor manera en países asiáticos como Tailandia o Vietnam.

España y concretamente el sur peninsular por sus variables climáticas y edáficas ha realizado un plan de adaptación para el correcto rendimiento productivo de este cultivo, derivado a un aumento de su demanda en base a sus características organolépticas y nutricionales, siendo rica en vitaminas del grupo B y C, polifenoles, antiinflamatorios y al poseer una capacidad de bioestimular la producción de colágeno.

Otro de los factores claves para su intento y adaptación de su cultivo a nivel nacional es por su fácil manejo a bajos costes, que a día de hoy implica un retorno de inversión interesante al productor, llegando a presentar picos en el mercado de hasta 25 €/kg.

En cuanto a las áreas de adaptación de dicho cultivo podemos centralizarlas en las siguientes:

2. NECESIDADES DE MANEJO AGROCLIMATICAS

2.1. Requerimientos de clima. Temperatura y radiación

Partiendo del conocimiento de que este cultivo se presta como una cactáceas, su desarrollo se produce bajo sombreo oscilante del 35 %, teniendo cerca de este valor su tasa máxima de absorción neta de CO2 que deriva en un desarrollo vegetativo óptimo. (Tomaz de Oliveira & et al, Shade improves growth, photosynthetic performance, production and postharvest quality in red pitahaya (Hylocereus costaricensis), 2021).

En cuanto a temperatura se adapta bien a un rango comprendido entre los 15 ºC y los 25 ºC, lo que hace q climas subtropicales, como costa de Granada y Málaga, seguidos de Murcia y Almería sean propicios como vemos, pero donde hay que fijar especial atención a los índices de radiación ya que sus tallos pueden tener sensibilidad a quemaduras, no pudiendo estar expuesta a más de 2200 mmol/m2 (Hernández, 2016).

 

2.2. Necesidades hídricas

Esta es una de las principales variables de interés que se centraliza en áreas como Almería y Murcia.

Estudios previos recomiendan dotaciones de entre 500 a 1500 mm/año dependiendo del estado fisiológico y manejo ya que se recomienda la bajada de dicha dotación para forzar su floración durante una media de 30 a 35 días. (Magraner Mifsud, 2020).

 

2.3. Necesidades nutricionales y suelo

Esta es una de las variables de mayor relevancia en su manejo y éxito productivo.

Se aconsejan texturas de suelo franco-arenosas con amplia capacidad de drenaje y notable contenido en materia orgánica, con pH en rangos de 5,5 y 6,5, ricos en nitrógeno y potasio. Suelos mal drenados pueden producir pudrición por encharcamiento.

Teniendo en cuenta que el origen de la pitaya es de hábitats selváticos en donde ella dispone de suelos con una amplia capacidad retención de humedad, actividad de microorganismos benéficos y una excelente relación carbono/nitrógeno, precisará un control y análisis concreto en el manejo de estas variables.

Desde CULTIFORT queremos plantear una serie de estrategias de adaptabilidad de condiciones del suelo para poder incidir en estas variables.

En cuanto a la variable suelo queremos hacer incidencia en aplicaciones continuadas de OXIFORT.

OXIFORT, por su parte mediante la liberación progresiva de nano burbujas de oxigeno consigue equilibrar las relaciones masa-volumen que definen muchas propiedades físicas del suelo, incluyendo la porosidad, la densidad aparente del suelo y las proporciones relativas de agua y aire que ocupan el espacio de poro en un suelo.

 

 

Mediante la aplicación de OXIFORT  se obtiene un suelo bien agregado con equilibrio de grandes poros de “aireación y drenaje” y pequeños poros de “retención de agua”. La buena estructura del suelo se asocia con agregados de tamaño pequeño o mediano con poros abundantes tanto dentro como entre los agregados, así como evitar la compactación  que impide que el agua de riego fluya eficazmente por la zona radicular, lo que puede constituir un factor de estrés para la pitaya.

Ante lo descrito OXIFORT consigue aumentar la velocidad de respuesta de la pitaya ante situaciones de estrés, aumentando la capacidad de sus tejidos para transportar los derivados del metabolismo, así como la velocidad con que se transportan, recibiendo e incorporando estas sustancias en las rutas metabólicas específicas.

No obstante, aunque la planta de pitaya tenga la capacidad de producir las sustancias necesarias (mediante un consumo excesivo de energía) para defenderse y superar un estrés, si no se facilita a la misma transportar esas sustancias con la velocidad necesaria para actuar rápidamente de manera que no se afecten radicalmente sus procesos fisiológicos, no hay posibilidad de competir eficientemente en el ecosistema y desarrollar su máxima productividad.

Otros beneficios de la estructuración del suelo en base a conseguir un equilibrio en sus agregados y en asociación al manejo de este cultivo, podemos agregar y citar el siguiente resumen:

  • Mejora el almacenamiento de agua en suelo y por tanto su uso eficiente.
  • Aumenta la cantidad agua disponible en suelo aumentando la infiltración.
  • Mantiene una correcta movilidad de flujo de agua y gases y ésta no se vea afectada, lo que tiene una correlación directa con el crecimiento y el rendimiento de los cultivos.
  • Balance óptimo entre las fuerzas de adhesión y cohesión responsables de la retención de agua en los suelos.
  • Balance entre capacidad de campo, punto de marchitamiento permanente y capacidad de almacenamiento de agua disponible (o agua disponible en la planta) con fines de manejo optimizado.
  • Balance óptimo entre las fuerzas de adhesión y cohesión responsables de la retención de agua en los suelos, así como su capacidad de intercambio catiónico y relación C/N.
  • Balance entre capacidad de campo, punto de marchitamiento permanente y capacidad de almacenamiento de agua disponible (o agua disponible en la planta) con fines de manejo optimizado.
  • Capacidad de almacenamiento de agua disponible (AWSC) optima..
  • Balance hídrico (ΔS) de almacenamiento óptimo.