Introducción:

Sumérgete en la apasionante historia del kiwi, una fruta exótica cuyo cultivo se remonta a las boscosas regiones del valle Yang-Tse en China. Aunque sus primeros intentos de cultivo en los Estados Unidos y Nueva Zelanda datan de 1905, no fue hasta la década de 1940 en Plenty, Nueva Zelanda, que el kiwi comenzó a florecer y deslumbrar con sus primeros destellos comerciales y de exportación.

En el contexto europeo, Francia e Italia fueron pioneros en adoptar esta deliciosa fruta en 1967 y 1971, respectivamente, con España uniéndose a esta deliciosa tendencia en 1973. Desde entonces, el kiwi ha ganado terreno en la cornisa Cantábrica, especialmente en Galicia y Asturias, destacándose como la fruta emblemática de la región.

Situación Actual:

En la actualidad, el kiwi en España no solo es una realidad, ¡sino un auténtico fenómeno! Con el 75% de la producción nacional concentrada en Galicia y Asturias, la fruta se ha convertido en un verdadero tesoro del litoral norte. Galicia lidera la carga con el 50% de la producción total, alcanzando unas impresionantes 15,000 toneladas, principalmente destinadas al mercado nacional.

Sin embargo, el kiwi no se conforma con la costa; está ansioso por conquistar nuevas tierras en la península. Aunque Galicia ostenta la corona, otras regiones como la Comunidad Valenciana, Cataluña, Madrid y Extremadura están explorando el cultivo del kiwi, desafiando condiciones climáticas y geográficas para abastecer la creciente demanda.

El Kiwi Español: Un Crecimiento Irrefrenable:

España, en los últimos años, ha asumido el papel de líder en importación de kiwis en Europa, con un consumo per cápita de alrededor de 2 kg por habitante al año. La variedad Hayward, con sus características clásicas, sigue reinando, pero el nuevo y fascinante “gold” ha surgido como una alternativa tentadora, con pulpa dorada y mayor contenido de sólidos solubles.

Las compañías hortofrutícolas españolas están en una carrera constante para aumentar sus volúmenes, alcanzando un promedio de 25,500 toneladas según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. La demanda creciente ha llevado a la exploración de nuevas áreas, como la Comunidad Valenciana, en busca de climas adaptados y frutos de calidad.

 

El Desafío y la Oportunidad:

Como citamos, este estudio de adaptación o apuesta, viene derivado por intereses comerciales en base a estacionalidad de abastecimiento e importación, ya que los frutos producidos en el hemisferio Sur llegan a Europa en meses de junio y prologándose su comercialización a meses de diciembre. Ante ello se busca el nicho para cubrir la demanda desde diciembre a junio, bajo esta premisa y analizando los datos a nivel general ofrecidos por las campañas anteriores, que ofrecen satisfacción a la mayoría de las productoras y comercializadoras de Kiwi en este enlace .

Evolución del comercio exterior de Kiwi

 

Sin embargo, España un se encuentra en fase de estudio y acople del cultivo del Kiwi intensivo si eliminamos las áreas centralizadas de Galicia.

A continuación, mostramos los últimos datos de producción a nivel mundial que datan de 2 campañas anteriores.

Total de exportaciones de kiwi 2020

La incertidumbre de la readaptación geográfica por la demanda nacional, junto con el incremento progresivo de áreas cultivadas, se ve complementada por estudios paralelos sobre la industrialización del kiwi, aprovechando sus características. Esto ofrece alternativas al consumo en fresco, como la inclusión en bases de helado, vinagretas, cremas e incluso en la industria cosmética debido a su alto contenido en vitamina C. Aquí se detallan algunas de sus propiedades:

 

  • Alto contenido de vitamina C: El kiwi es reconocido por ser una excelente fuente de vitamina C, esencial para el sistema inmunológico, la piel y la salud general.
  • Rico en fibra: Contiene fibra dietética, lo que puede mejorar la salud digestiva, prevenir el estreñimiento y mantener un sistema digestivo saludable.
  • Antioxidantes: El kiwi contiene antioxidantes como la vitamina C y E, así como compuestos fenólicos, que pueden neutralizar los radicales libres en el cuerpo y proteger contra el daño celular.
  • Aporte de vitamina K: Proporciona vitamina K, esencial para la coagulación sanguínea y la salud ósea.
  • Bajo en calorías y grasas: Es una fruta relativamente baja en calorías y grasas, siendo una opción saludable para quienes buscan controlar su peso.
  • Ayuda en la digestión: Las enzimas presentes en el kiwi, como la actinidina, facilitan la descomposición de las proteínas, contribuyendo a la digestión.
  • Regulación de la presión arterial: Estudios sugieren que el consumo regular de kiwi puede ayudar a reducir la presión arterial, posiblemente debido a su contenido de potasio.
  • Beneficios para la piel: La vitamina C y otros antioxidantes presentes en el kiwi contribuyen a mantener la salud de la piel, favoreciendo la producción de colágeno.
  • Control del azúcar en sangre: La fibra presente en el kiwi puede ayudar a regular los niveles de azúcar en sangre, siendo beneficioso para personas con diabetes.

 

Promoción de la salud ocular: El kiwi contiene luteína y zeaxantina, dos antioxidantes que contribuyen a la salud ocular y reducen el riesgo de degeneración macular.

 

Para fortalecer este impulso comercial, ahora es crucial introducir variables agronómicas en su cultivo, ya que se presenta como un cultivo sensible a la alteración de ciertas variables en su manejo. En primer lugar, examinaremos las condiciones climáticas necesarias para el kiwi y luego analizaremos la dificultad de adaptación a áreas donde no se dan las condiciones del litoral norte.

 

NECESIDADES DE MANEJO AGRONOMICO

Climatología temperaturas y necesidades de riego asociadas

Precisa de un clima semicálido y templado con temperaturas medias y acolchadas de 15 ºC anuales, una alta humedad ambiental y una pluviometría elevada y frecuente, incluso en meses primaverales y estivales.

Soporta bien las heladas invernales incluso con medias de -10 ºC, aunque es sensible a las primaverales cuando se pude encontrar flor y fruto, sensibles a bajas temperaturas y de aquí su alta dificultad de adaptación

La temperatura, viento, humedad relativa ambiental, pluviometría e insolación son los factores climatológicos más influyentes en el desarrollo y producción de esta especie, pudiendo erigirse en limitativos para su cultivo.

La influencia de la temperatura se debe fundamentalmente a la posibilidad de heladas primaverales, ya que temperaturas de -2°C ó -3°C durante varias horas pueden ser suficientes para destruir las primeras brotaciones que son las únicas que fructifican, perdiendo, por tanto, la producción del año. Sin embargo, en reposo invernal puede soportar temperaturas de -20º, sin embargo, a partir del mes de febrero que se inicia el movimiento de savia, con temperaturas por debajo de -10º pueden dañar los troncos a nivel del cuello.

El cero vegetativo se sitúa entre 7 y 8°C. no obstante, las necesidades en frío invernal no parecen estar perfectamente cuantificadas para cada área de cultivo, estimándose de una forma global entre 600 y 800 horas al año, influyendo decisivamente en la posterior evolución de las yemas cuando no se llega a este umbral.

La instalación de riego por aspersión o de estufas ofrecen la posibilidad de protección contra las heladas primaverales, aunque son sistemas que encarecen considerablemente el cultivo y presentan, además, serios inconvenientes para su aplicación.

Hay que tener muy presente las medias anuales de radiación de la zona de cultivo para su manejo, ya que la perdida excesiva de agua por transpiración ya que es sensible a paradas vegetativas y paradas del crecimiento del fruto, bajo un estrés de este tipo, siendo conocedores que los niveles de radiación medios fuera del litoral norte son excesivos, y cada campaña se ven incrementando.

Ligado a esto, diremos que las necesidades de humedad máxima se pueden dar en los meses comprendidos entre mayo y septiembre, teniendo este cultivo alta sensibilidad a los desequilibrios por estrés hídrico correlacionado a la humedad, manejando unos índices óptimos de 75 % de Hr.

Por ende, precisa de una pluviometría media de unos 100 mm por mes durante estas fechas, otra variable inexistente en la mayoría de la extensión peninsular, variable que se puede compensar mediante el riego o instalaciones de microaspersión, que encarecen su producción teniendo unos márgenes menos competitivos. Ante ello se recomienda contar con disponibilidades medias superiores a los 1.000 m3 de agua por ha y mes de 5.000 m3 por ha y periodo indicado, además de que esta agua ha de tener una alta calidad, presentando bajos contenidos en carbonato cálcico y cloruros.

Características del suelo

Precisa de suelos sueltos no pesados, siendo muy sensible a asfixia radicular y precisando de altos contenidos de materia orgánica con un pH neutro tendiendo a ligeramente acido.

El sistema radicular del Kiwi precisa de un soporte bien drenando de textura franco arenosa.

Otro factor limitante a lo largo de la extensión nacional.

Por el contrario, no es apto en suelos con la capa freática poco profunda, con contenidos elevados de arcilla y cal activa.

Consideraciones en cuanto al rendimiento productivo.

Se precisa de una polinización efectiva mediante variedades macho y soporte biológico, por lo que incrementar la fertilidad de la flor hembra y calidad del polen son variables fundamentales en su manejo.

Por otro lado, es altamente sensible a enfermedades de origen fúngico y nemátodos del género Meloidogyne spp, altamente estandarizado en la península.

 

CONCLUSIÓN

Tenemos una tendencia al alza en el interés de cultivo del kiwi y su implementación en otras áreas que impliquen una producción que satisfaga una demanda anual a escala nacional, teniendo estudios de una posible rentabilidad alta tanto para mercados de consumo como por demanda de industrias paralelas, pero su manejo se ve dificultado ante la alta sensibilidad que presenta a su manejo fuera de sus estándares de producción. Ante ello para optimizar y paliar estas variables hay que tener en cuenta todo un programa adaptado para incidir y regularizar toda etapa fenológica de este cultivo.

 

¿Cómo se cultiva el kiwi?

  1. Selección del sitio:

El kiwi prospera en climas templados, con inviernos frescos y veranos cálidos. Es importante elegir un lugar con suelo bien drenado y buena exposición al sol.

  1. Elección de variedades:

Existen diversas variedades de kiwi, algunas autopolinizadoras y otras que requieren plantas masculinas y femeninas para la polinización. Asegúrate de seleccionar las variedades apropiadas según las condiciones de tu región.

  1. Plantación:

Planta kiwis en primavera u otoño, espaciando las plantas a una distancia de al menos 3-4 metros entre sí para permitir un óptimo desarrollo.

  1. Suelo:

El kiwi prefiere suelos ligeramente ácidos a neutros y bien drenados. Mejora el suelo con materia orgánica antes de plantar.

  1. Riego:

Mantén el suelo constantemente húmedo, evitando el encharcamiento. Riega regularmente, especialmente durante períodos secos.

  1. Fertilización:

Aplica un fertilizante balanceado en primavera y principios de verano. Evita fertilizantes ricos en nitrógeno en exceso, ya que esto puede afectar negativamente a la fructificación.

Cultifort presenta un programa integral de nutrición y bioestimulación por fenología con soluciones destacadas para el buen desarrollo del kiwi, aplicables durante todo el estado fenológico:

 

  • MICROVITAL-L: Formulación líquida orgánica con magnesio que beneficia la vida del suelo, mejora las estructuras físicas y previene carencias de microelementos. Certificado para agricultura ecológica (CAAE).

Microvital

 

  • FOLITON: Aminoácidos diseñados para funciones enzimáticas y hormonales, eficaces contra diversos tipos de estrés en las plantas.

Foliton

  • OXIFORT: Gránulo fino que libera oxígeno al diluirse en agua, mejorando la circulación de aire y agua en el suelo, evitando la asfixia radicular y favoreciendo el desarrollo del sistema radicular.

  • CULTISOFT: Acondicionador de agua para tratamientos fertilizantes y fitosanitarios, que ablanda el agua, estabiliza soluciones a pH ácido, actúa como humectante y mejora la efectividad de los tratamientos fitosanitarios.

  • SPIRALIS Long Life: Formulación líquida de abono fosfopotásico que estimula la resistencia local y sistémica de las plantas, actuando de manera preventiva y curativa contra hongos, bacterias, nemátodos y virus. Absorción inmediata y protección duradera.

SPIRALIS LONG LIFE

  • Podar:

Realiza podas para mantener la planta en una forma manejable y promover una buena exposición al sol. Elimina las ramas muertas o dañadas.

  • Polinización:

Si cultivas una variedad que requiere polinización cruzada, asegúrate de tener plantas masculinas y femeninas para garantizar la producción de frutas.

  • Protección contra las heladas:

Protege las plantas jóvenes contra las heladas durante el invierno.

  • Cosecha:

La cosecha generalmente ocurre en otoño, cuando los kiwis están maduros. Recoge los frutos cuidadosamente para evitar daños.

 

BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES.
  1. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa).
  2. https://www.alimarket.es/
  3. Guía para el cultivo del kiwi: GARCÍA RUBIO, JC.; GARCÍA GONZÁLEZ DE LENA, G. Área de Experimentación y Demostración Agroforestal.
  4. Manejo y rentabilidad del cultivo del kiwi en la zona mediterránea J. MALAGÓN: Jefe de la Sección de Fruticultura del Servicio de Desarrollo Tecnológico del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA).
  5. Manual del cultivo del KIWI (Actinidia chinensis). CIREN cORFO Centro de información de recursos naturales. Publicación CIREN N° 73 diciembre 1988.
  6. Cultivo del kiwi. técnicas aplicadas a la mejora de la producción y conservación: Verónica Otero Abalde. Universidad de Vigo (España) en 2008