Tras el invierno, los tratamientos al olivar para prevenir plagas y enfermedades y obtener una cosecha homogénea y de calidad , son esenciales. Si estos tratamientos se realizan correctamente en tiempo y forma y con los productos adecuados, ayudan en gran medida a paliar el efecto de la vecería propio de este cultivo, muy acentuado en determinadas variedades.

Efecto de vecería en olivo

Aquellos tratamientos aplicados en fases tempranas, tras la recolección y la poda, son tratamientos preparatorios cuyo objetivo, entre otros, es adecuar al olivo para que ofrezca una buena floración. Dependiendo de la variedad y la climatología propia de cada zona, entre finales de invierno y principios de primavera, las yemas comienzan a salir de su latencia, iniciando su crecimiento hacia nuevos brotes o hacia inflorescencias. El destino de las yemas hacia flor o brote vegetativo, ya se explicó en nuestro Cultinews de mayo de 2020.

Por lo tanto, marzo y abril son meses clave para aportar al olivo nutrientes esenciales para lograr una buena floración y un buen crecimiento vegetativo, base productiva para la cosecha del año siguiente. Así, no deben descuidarse las aportaciones de nutrientes esenciales, tanto macro como micronutrientes y, además, aquí entran en juego los bioestimulantes, que vienen a cubrir las necesidades complementarias del olivar. Su efecto repercute de forma positiva en el rendimiento y calidad de la cosecha así como en la “resiliencia” del árbol sometido a distintos tipos de estrés abiótico, aportando la capacidad de resistencia y recuperación a situaciones límite. Además, en fases fenológicas determinadas como por ejemplo la floración, el cuajado, el engorde de la aceituna o su maduración, el olivo puede tener un aumento significativo de necesidades. Es, en estos estados, cuando hay que actuar para cubrir las necesidades metabólicas de la planta con ayuda de los bioestimulantes. En función de la fase fenológica en la que se encuentre el olivo, el bioestimulante debe ser el compañero de otro agente nutricional.

Rama de olivo

Resumiendo nuestro Cultinews de mayo de 2019 debemos diferenciar entre bioestimulantes a base de algas o a base de aminoácidos:

  • Las algas, además de acción bioestimulante, tienen propiedades fertilizantes, porque liberan nitrógeno lentamente y además son ricas en microelementos, vitaminas y fitohormonas vegetales. Algunas incluso, actúan a nivel de inducción en el desarrollo de mecanismos de defensa natural y sistema inmunitario de las plantas.
  • Los aminoácidos, que suponen una estimulación energética en los momentos de mayor demanda del cultivo, promueven la síntesis de proteínas e intervienen en procesos concretos para favorecer la síntesis de fitohormonas y clorofila, actúan provocando un aumento adicional de la fotosíntesis, son un agente osmótico del citoplasma celular que ayuda a abrir los estomas y regula el balance hídrico de la planta, fortaleciendo las paredes celulares y ayudando a reconstruir los tejidos vegetales, impulsan la brotación y el desarrollo vegetativo, aumentan la circulación de savia y reducen el tiempo requerido por la planta para la cicatrización de los tejidos vegetales, debido a su elevada capacidad como regenerador citológico, etc.

Hidrólisis aminoácidos

 

Pero además de los bioestimulantes, que ayudan al olivo en periodos críticos o de altos requerimientos metabólicos, la planta debe sintetizar glucosa (azúcar)* a través de la fotosíntesis, a partir de agua y dióxido de carbono y con la intervención de la luz solar y de otros elementos minerales. Los azúcares sintetizados mediante reacciones bioquímicas pasan a formar parte de la estructura de la planta, como es el caso de la celulosa, o se convierten en sustancias de reserva como el almidón. Los azúcares, por otra parte, facilitan la asimilación de elementos nutritivos y su transporte por la planta, ya que reducen la presión osmótica, con lo que se mejora su entrada en los tejidos vegetales. En momentos de estrés, ya sea por condiciones climáticas adversas como en momentos críticos de su crecimiento, la planta necesita mucha energía para poder llevar a cabo los procesos fisiológicos. En estas circunstancias, el aporte adicional de azúcares, es crucial ya que supone para la planta un ahorro energético al incorporarlos directamente a la savia sin tener que sintetizarlos.

Debemos repasar también la importancia de los requerimientos nutricionales del olivar para esta época del año. Suponiendo que se ha elaborado un plan de abonado y se han cubierto las necesidades de NPK, no podemos descuidar los requerimientos en otros macronutrientes y micronutrientes.

  • Nitrógeno. Este elemento cubre innumerables funciones en la planta y es constituyente muchos compuestos orgánicos como aminas, amidas, azúcares, pigmentos, aminoácidos, proteínas y enzimas, así como de cromosomas. Es altamente móvil dentro de la planta, ya que sus formas son traslocables, por lo general a los puntos de crecimiento.
  • Fósforo. En la planta está presente en compuestos de constitución (azúcares fosfatados, ácidos nucleicos, fosfolípidos y coenzimas) y en los compuestos transportadores de energía (ATP, NADP, FAD).
  • Potasio. Se concentra por lo general en los puntos de crecimiento, desempeñando una importante función en el mantenimiento de la estabilidad de las membranas celulares. Además, entre otras muchas funciones, regula la apertura y cierre estomático, desempeñando un papel importante en la regulación hídrica y turgencia celular.
  • Calcio. Es un elemento estructural en la planta, esencial en las paredes celulares y que se requiere para lograr la integridad y estabilidad de las membranas.
  • Magnesio. Elemento que interviene en muchas reacciones enzimáticas, como activador, y de gran importancia en cuanto a que forma el núcleo de la molécula de clorofila.

Tabla MACRONUTRIENTES MESONUTRIENTES MICRONUTRIENTES

 

En el caso de los micronutrientes, convendría matizar la importancia y funcionalidad de algunos de ellos:

  • Hierro. Muy importante como activador enzimático y esencial para la formación de los precursores de la clorofila.
  • Manganeso. Es un elemento activador de varios sistemas enzimáticos relacionados con el metabolismo de los carbohidratos y ácidos grasos, reacciones de fosforilación y formación de ácidos nucleicos (DNA, RNA). Interviene en la fotólisis del agua en la fotosíntesis, así como en la síntesis de la sacarosa (azúcar) en la planta.
  • Zinc. Este elemento interviene en la síntesis de algunos aminoácidos. La función más relevante del zinc en las plantas es la de un metal activador de enzimas, entre las que se destaca la de síntesis de auxinas (ácido indolacético).
  • Molibdeno. Interviene en la acumulación de nitratos y en un evidente descenso de la actividad oxidasa del ácido ascórbico. La fijación y reducción del Nitrógeno son requisitos previos a la síntesis de aminoácidos y proteínas, y una deficiencia de molibdeno tiene sobre ellos efectos adversos.
  • Boro. Elemento multifuncional: interviene en la síntesis de la pared celular y en el metabolismo de los carbohidratos, involucrado en el transporte de azúcares, influencia el crecimiento y la elongación celular como regulador hormonal, juega un papel esencial en la formación de aminoácidos y en la síntesis de proteínas, y por encima de todo, está estrechamente relacionado con la calidad del polen y la capacidad de germinación del tubo polínico.

Durante la floración tiene lugar la polinización, esto es, la transferencia de polen desde la antera de la flor al estigma receptivo de la misma u otra flor. Para que se lleve a cabo la fecundación de la flor, el tubo polínico ha de recorrer el camino que lleva desde el estigma hasta el interior del saco embrionario, donde se producirá la fecundación dando lugar a la futura semilla y con ella, a la conversión de la flor en fruto. La aplicación de boro es necesaria en olivo al inicio de la actividad vegetativa, previo a floración, así como al inicio de la fructificación, con el objetivo de mejorar la calidad del polen y el crecimiento del tubo polínico, participa en la división y el crecimiento celular (de ahí que su carencia a nivel foliar y en frutos, se muestre con malformaciones).

El zinc, por su parte, participa en la producción de reguladores de crecimiento responsables de la elongación del entrenudo y desarrollo de cloroplastos. También es utilizado por la planta para la formación de clorofilas y algunos carbohidratos y mejora la resistencia frente a bajas temperaturas. Su deficiencia reduce significativamente el crecimiento y el potencial productivo.

Floración olivar

Teniendo en cuenta la información plasmada en este artículo, la recomendación para mejorar el crecimiento vegetativo así como la floración y cuajado de frutos en olivo,  sería la siguiente:

  • Fungicida, para la prevención de enfermedades fúngicas. Dependiendo de las condiciones climatológicas utilizaremos una sustancia activa u otra, variando desde un simple oxicloruro de cobre (distintas concentraciones) hasta un fungicida sistémico.
  • Insecticida, si los umbrales de la plaga en cuestión hacen aconsejable su utilización.
  • NPK, en función del plan de abonado.
  • Bioestimulante, para cubrir las necesidades complementarias del olivar.
  • Boro y zinc, como micronutrientes esenciales y específicos para mejorar la floración y el cuajado de frutos, así como el crecimiento vegetativo.

Recomendacion tratamientos olivar

Pero, ¿qué bioestimulante escoger en cada caso?

  • BVC 2021. Se trata de un activador metabólico de la plantaincluso en condiciones adversas (temperatura, iluminación, viento, etc.), a base de aminoácidos y algas en emulsión, conteniendo también nitrógeno, potasio y azúcares reductores*. Incrementa la tasa de fotosíntesis, mejora la asimilación y traslocación de nutrientes, aumenta la síntesis de aminoácidos, péptidos y proteínas. Promueve el inicio de la actividad fisiológica de la planta y ejerce un control multifactorial en la floración, gracias a su potente efecto citoquininico. Y ahora su formula se ha mejorado mediante la Biotecnología Activadora CULTITEK, reforzando aún más su efecto sobre la biosíntesis de clorofila y la actividad fotosintética.

Diferenciacion auxinas frente citoquininas

  • AMACOL. Es un bioestimulante con aminoácidos libres de origen animal, que cuenta con un elevado porcentaje de azúcares reductores* (25% p/p) que aportan energía y propician una rápida absorción por la planta. Este producto está diseñado para estimular todos los estados del desarrollo vegetal; ya sea la adaptación post trasplante, el desarrollo vegetativo, la floración, el cuajado o la fructificación. Es también un producto muy eficaz para superar situaciones de estrés de todo tipo (pedrisco, heleadas, lluvias torrenciales, sequía, fitotoxicidad etc.).
  • FOLITON: Es un bioestimulante con alto contenido en L-aminoácidos proteinogénicos, tanto libres como combinados en forma de péptidos y polipéptidos, que permiten ahorrar energía al olivo en la formación de proteínas, especialmente cuando existen altos requerimientos nutricionales. Se trata de una formulación líquida de rápida asimilación y translocación en la planta. Su aplicación representa una fuerte estimulación del metabolismo vegetal en momentos en que se requiera aumentar la actividad vegetativa. La acción conjunta de los componentes de su formulación favorece la síntesis de proteínas e hidratos de carbono, promueven el inicio de la actividad fisiológica de la planta, estimulan la formación de hojas y flores, mejoran la calidad de los frutos y homogenizan su calibre y maduración.
  • CULTIMAR PLUS. Es emulsión a base de un complejo de algas que aporta principios activos fácilmente asimilables (fitohormonas vegetales, aceites esenciales, azúcares*, proteínas, sales minerales y vitaminas). Contribuye a mejorar el desarrollo vegetativo y la producción, con la particularidad de retrasar la senescencia de los frutos y ayudar a superar situaciones de estrés. Su composición lo hace ser un bioestimulante altamente versátil. Gracias al magnesio, el azufre y el boro de su formulación, es ideal para mejorar la floración y cuajado de frutos, pero también es apto para estimular el crecimiento al inicio de la actividad vegetativa o para facilitar el engorde de la aceituna, su maduración y el aumento del rendimiento graso. CULTIMAR PLUS cuenta además con certificación para su uso como insumo en Agricultura Ecológica (CAAE).

Respecto a los correctores de carencias recomendados:

  • CULTIBORO PLUSFormulación líquida de boro, complejado con etanolamina y azúcares reductores*, de fácil asimilación. Recomendado para mejorar la floración (calidad del tubo polínico y del polen) y el cuajado, así como para inducir el crecimiento radicular y la renovación de pelos absorbentes, debido a que está implicado en la división celular y actúa como precursor de ciertas hormonas.Este elemento suele estar en niveles deficientes en suelos calcáreos y fácilmente lixiviables o en suelos ligeros, lo que induce a su carencia. CULTIBORO PLUS es otro de nuestros productos certificados como ecológico (CAAE).
  • CULTIFORT Zinc-Boro. Formulación líquida de zinc y boro fácilmente asimilables, quelatados con EDTA, ácidos policarboxílicos y azúcares reductores*. Recomendado para evitar el crecimiento reducido, la defoliación, el escaso desarrollo de la yema terminal, así como para mejorar el cuajado y prevenir las malformaciones en los frutos.

Resumiendo, en Cultifort ofrecemos una amplia gama de soluciones nutricionales con funciones específicas destinadas a mejorar los rendimientos del cultivo de una manera eficaz y ecológica. Además en nuestro catálogo sólo se incluyen productos “residuo cero”.