La temporada de primavera-verano resulta perfecta para aquellas hortalizas o especies vegetales que necesitan horas de sol y temperaturas propias de estos meses del año para su cultivo. Entre las hortalizas y verduras más cultivadas durante estos meses, destacaríamos:
-
- Tomate
- Pimiento
- Berenjena
- Calabacín
- Pepino
- Melón
- Sandía
- etc.
El manejo racional de los factores climáticos de forma conjunta es fundamental para el funcionamiento adecuado de estos cultivos, ya que todos se encuentran estrechamente relacionados y la actuación sobre uno de éstos incide sobre el resto.
Existe una gran variabilidad en cuanto a necesidades térmicas entre los cultivos de primavera-verano. Se trata de cultivos muy exigentes en horas de luz. Los valores reducidos de luminosidad pueden influir de forma negativa en los procesos de floración y fecundación, al igual que las humedades relativas (HR) inferiores al 60%. Las HR > 80% conllevan un mayor riesgo de enfermedades aéreas así como problemas de fecundación y fructificación.
Respecto a las necesidades de suelo, hay cultivos más o menos exigentes que otros, pero por lo general, las hortalizas de primavera-verano prefieren suelos bien drenados y profundos, pero sobre todo ricos en materia orgánica. Se trata de cultivos sensibles al exceso de humedad y al encharcamiento, por lo que deben evitarse las condiciones de asfixia radicular.
Como acabamos de mencionar, las hortalizas de primavera-verano son muy exigentes en suelos ricos en materia orgánica. En Cultifort contamos con el complemento perfecto para cubrir estas necesidades, MICROVITAL – L. Se trata de una formulación líquida rica en ácidos orgánicos, moléculas flavonoides, magnesio
y micronutrientes. MICROVITAL – L es un activador biológico del suelo de origen vegetal que además de mejorar los parámetros físico-químicos, actúa como producto prebiótico, estimulando el crecimiento y desarrollo de la microfauna edáfica. Estos efectos se consiguen gracias a:
- los ácidos orgánicos, en formas directamente asimilables por la planta (a diferencia de otros ácidos orgánicos)
- y moléculas flavonoides, que como polifenoles que son, poseen propiedades antioxidantes, ayudando a la planta a permanecer fotosintéticamente más activa, retrasando la senescencia foliar y ejerciendo una acción protectora frente a distintos tipos de estrés abiótico, como puede ser por ejemplo la radiación ultravioleta. Además poseen propiedades de quelación de hierro y otros metales, por lo que el uso de MICROVITAL – L contribuye a la movilización de nutrientes presentes en el suelo. Los flavonoles también son responsables de la coloración de muchas hojas, flores y frutos.
Por si fuera poco, MICROVITAL – L, corrige y previene carencias de magnesio, boro, hierro, manganeso y zinc. Haciendo que la planta permanezca más verde, metabólicamente más activa, con un mejor desarrollo… en general, más sana y más fuerte.
Para prevenir o combatir la asfixia radicular o los excesos de humedad, el Departamento Técnico de Cultifort recomienda la aplicación periódica de OXIFORT, una formulación sólida de gránulo fino que al diluirla en agua desprende oxígeno de forma lenta y continuada. De este modo, aportamos oxígeno al suelo, consiguiendo además:
- Mejorar el desarrollo radicular, la respiración y las funciones metabólicas de la planta
- Detener los procesos de asfixia radicular y el posterior desarrollo de enfermedades relacionadas con ella, como la Phytophthora y ciertas bacteriosis, además de controlar el desarrollo de algas
- Mejorar la estructura del suelo, la porosidad y la circulación del agua y del aire.
- Favorecer el desarrollo de la flora aeróbica del suelo, beneficiando la transformación de nutrientes y su asimilación radicular.
- Influir positivamente en los procesos de nitrificación, lo que implica un aumento en el rendimiento de los fertilizantes nitrogenados.
A grandes rasgos y con algunas excepciones, las diferentes etapas del cultivo pasan por:
- Germinación:
- Siembra: si se planta la semilla directamente en campo
- Trasplante: si la siembra se realiza inicialmente en semillero para realizar el trasplante en campo unas semanas después
- Crecimiento vegetativo
- Floración y fructificación
- Maduración
En cada una de estas etapas, los requerimientos en nutrición varían en cuanto a necesidades en nitrógeno, fósforo y potasio (NPK). Durante la germinación, no hay consumo de nutrientes y la plántula inicialmente se bastará de las sustancias de reserva y hormonas contenidas en la semilla. La etapa de crecimiento vegetativo requiere un mayor aporte de fertilizantes altos en nitrógeno, con la precaución de no excederse en la aportación del mismo debido al riesgo o sensibilidad a enfermedades criptogámicas por un exceso de vigor, además de otros problemas. En la etapa de floración y fructificación, el equilibrio de NPK debe balancearse hacia un mayor contenido en potasio, incrementándose el aporte del mismo durante la etapa de maduración. El fósforo, por su parte, juega un papel fundamental en las etapas de enraizamiento y floración, siendo determinante en la formación de raíces y sobre el tamaño y calidad de las flores.
En Cultifort contamos con una línea de productos específica para fructificación donde podemos encontrar varios formulados específicos para cubrir las necesidades concretas de las hortalizas de primavera-verano durante las fases de floración y fructificación y maduración.
Para la etapa de floración y fructificación, recomendamos la utilización de FERTRAZ FRUIT o de su versión FERTRAZ FRUIT Molibdeno. Se trata de una formulación líquida de fósforo y potasio o de fósforo, potasio y molibdeno, respectivamente, fácilmente asimilables, para mejorar los procesos de fructificación y crecimiento inicial de los frutos.
En determinadas hortalizas de primavera-verano, algunas de las etapas de cultivo pueden coincidir simultáneamente, es decir, que una misma planta pueden encontrarse frutos en plena maduración a la vez que flores recién cuajadas, botones florales y brotes en crecimiento vegetativo, por lo que para la fase de maduración de los frutos, la recomendación de Cultifort sería la utilización de FERKOLOR, ya que su contenido en nitrógeno, potasio, calcio y boro, quelatados con EDTA, lo hacen especialmente adecuado para este tipo de cultivos.
Además de las necesidades nutricionales de NPK, no hay que descuidar la aportación de otros macronutrientes como el magnesio y el calcio, y micronutrientes como el hierro, el zinc, el manganeso, el boro o el molibdeno.
El calcio es un mesonutriente fundamental, principalmente de carácter estructural. Evita la necrosis apical y afecta a la elasticidad de la pared de los frutos. Con su correcto aporte se favorece que los frutos consigan un mayor calibre y se evita la aparición de rajados.
Entre los microelementos más importantes en nutrición se encuentra el hierro, que juega un papel fundamental en la actividad fotosintética de la planta, junto con el magnesio que forma el núcleo de la molécula de clorofila. Su carencia provoca clorosis internervial en hojas jóvenes y, por lo tanto, una pérdida de la capacidad fotosintética de la planta, lo que se traduce en un menor desarrollo y dificultad para madurar los frutos correctamente, además de afectar a la coloración de los mismos.
En cuanto al resto de microelementos citados:
- Manganeso: es esencial como activador enzimático e interviene en la fotólisis del agua durante la fotosíntesis, así como en la síntesis de sacarosa en la planta. Su carencia causa una clorosis en hojas jóvenes, que rápidamente se deterioran y se necrosan. En muchas ocasiones, la deficiencia de este elemento suele ir asociada a la deficiencia de zinc.
- Zinc: interviene en la síntesis de algunos aminoácidos aunque la función más relevante de este elemento es la de metal activador de numerosas enzimas. Está relacionado con la síntesis de auxinas, hormonas responsables de la multiplicación y elongación celular (crecimiento longitudinal de tejidos vegetales). Su deficiencia también muestra clorosis en hojas jóvenes cuyos ápices acaban necrosándose. En este caso, además, las hojas presentan un desarrollo anormal y, la planta en general, deja de crecer longitudinalmente, observándose entrenudos cortos y brotaciones en forma de roseta.
- Boro: es un elemento multifuncional. Está involucrado en el transporte de azúcares y almidones a trasvés de la membrana y conductos floemáticos, interviene en la síntesis de la pared celular y en el metabolismo de carbohidratos, juega un papel esencial en la formación de aminoácidos y en la síntesis de proteínas, actúa como regulador hormonal, pero lo más conocido de este nutriente es su influencia sobre la calidad del polen y la capacidad de germinación del tubo polínico. Su carencia se manifiesta a nivel foliar con ápices necróticos y limbo de coloración normal, separados por un halo clorótico entre ambas partes, además de malformaciones en los frutos y, por supuesto, escaso cuajado de frutos.
- Molibdeno: actúa como cofactor de reacciones enzimáticas relacionadas con el estrés oxidativo de la planta, favorece la reducción y fijación del nitrógeno para la posterior síntesis de aminoácidos y proteínas. Estas funciones se verían negativamente afectadas ante una deficiencia de este elemento.
Las aportaciones de meso y micronutrientes resultan fundamentales para una nutrición adecuada. El mercado ofrece una amplia gama de productos, tanto sólidos como líquidos, así como solubles, quelatados o complejados. Obviamente no todos son igualmente efectivos, ya que para algunos de ellos resulta fundamental favorecer su estabilidad y movilidad en el medio de cultivo y su absorción por la planta.
En Cultifort disponemos de una amplia gama de correctores de carencias para cubrir todas las necesidades nutricionales descritas. Nuestros formulados se fabrican siguiendo los más altos estándares y con materias primas de alta calidad, para poder ofrecer al agricultor soluciones nutricionales específicas. Todos nuestros productos son residuo cero y muchos de ellos cuentan además con la certificación como insumos para su uso en agricultura ecológica.
Para cubrir las necesidades de calcio, recomendamos dos formulados, dependiendo de la fase del cultivo. AMINOPLEX CALCIO, que formula calcio junto con aminoácidos, y CULTIFORT CALCIO, formulado de calcio complejado con ácido lignosulfónico, carbohidratos y poliácidos orgánicos. El primero de ellos está específicamente desarrollado para las fases iniciales del cultivo, ya que su fórmula con aminoácidos estimula el desarrollo vegetativo mientras que el calcio actúa como elemento fundamental en la formación de paredes celulares de los tejidos vegetales. El segundo está más enfocado a las fases de floración, fructificación y maduración, ya que el complejo de calcio que formula, se moviliza directamente a los frutos y zonas en crecimiento, más sensibles a la carencia de este nutriente durante estas etapas.
Para prevenir una posible deficiencia de manganeso y zinc, MANZIFORTECO es el formulado adecuado. Se trata de un corrector líquido de elevada riqueza de manganeso y zinc quelatados con EDTA, ácidos policarboxílicos y azúcares reductores, lo cual hace que sea fácil de aplicar, de rápida acción y eficacia y de alta sistemia. Se recomienda su uso a lo largo de todo el ciclo vegetativo y durante los últimos días de maduración, para acentuar el color de los frutos
CULTIBORO PLUSECO sería nuestra recomendación frente a una posible carencia de boro o simplemente para cubrir las necesidades de este elemento. Es una formulación líquida de boro complejado con etanolamina y azúcares reductores, de fácil asimilación y alta traslocación en la planta. Se debe garantizar el suministro de boro en suelos y cultivos exigentes con el fin de cubrir los principales estadios vegetativos: inicio de la actividad vegetativa, inicio de la floración e inicio de la fructificación.
Hemos visto como muchos de estos nutrientes participan en la síntesis de algunos aminoácidos y proteínas, por lo que podrían aplicarse formulados a base de aminoácidos de manera conjunta con los correctores de carencias. La función de los mismos estará enfocada a su mera actuación como precursores de la síntesis de aminoácidos por parte del metabolismo vegetal, a ayudar a la planta en momentos críticos del desarrollo o a
enfrentarse y/o superar determinadas situaciones de estrés abiótico, como por ejemplo condiciones ambientales desfavorables. Para estos casos, desde el Departamento Técnico de Cultifort recomendamos la aplicación de BVC 2021. Su formulación, potenciada por la acción sinérgica de los aminoácidos y las algas en emulsión, incluye también nitrógeno, potasio y azúcares reductores, que aportan energía y facilitan la asimilación de nutrientes por la planta. BVC 2021 ayuda a la planta a mantenerse fisiológica y metabólicamente activa incluso en condiciones adversas. Recientemente hemos mejorado su formulación mediante la “Biotecnología Activadora CULTITEK” consiguiendo efectos más rápidos y potentes respecto a otros bioestimulantes del mercado, gracias a la aportación de precursores de sustancias naturales y a la mejora de los perfiles de sustancias activas
- Y para concluir con este Cultinews, ¿sabías que en Cultifort llevamos años trabajando en líneas de “biotecnología funcional”? Fruto del desarrollo de esta línea de trabajo se encuadran varios de nuestros productos estrella. ¿Quieres conocerlos y saber qué hacen y cómo funcionan? Pues no dejes de leer el siguiente artículo El sistema defensivo vegetal: cómo funciona y cómo mejorarlo.Y para más ejemplos: