La población mundial crece de forma constante y requiere de alimentos suficientes para poder abastecerla. El sector alimentario y el sector agrícola ofrecen soluciones claves para el desarrollo y son vitales para la eliminación del hambre y la pobreza. Una agricultura gestionada de forma adecuada puede suministrar alimentos nutritivos a todo el planeta, así como generar ingresos decentes, apoyar el desarrollo centrado en las personas del campo y proteger el medio ambiente.
Pero ahora mismo, nuestros suelos, océanos, bosques y nuestra agua potable y biodiversidad están sufriendo un rápido proceso de degradación debido a procesos de sobreexplotación.
A esto se añade el cambio climático, que repercute sobre los recursos de los que dependemos y aumenta los riesgos asociados a los desastres naturales tales como las sequías y las inundaciones.
Las inversiones en agricultura son cruciales para aumentar la capacidad productiva agrícola y los sistemas de producción alimentaria sostenibles son necesarios para ayudar a mitigar las dificultades del hambre.
Por nuestro ADN de agricultores hemos tenido siempre como prioridad la maximización de las producciones agrícolas, así como la reducción de las mermas y frutos no comerciales.
Además, nuestras soluciones son de gran utilidad para las prácticas agrícolas aumentando la productividad y las producciones, así como activando los mecanismos de defensa naturales de las plantas, y evitar o reducir en la medida de lo posible, el uso de productos más agresivos con el medioambiente.