Hasta el momento en las plantas se han encontrado más de 70 elementos químicos como parte de su composición mineral, algunos en mayor proporción que otros, sin embargo, por el hecho de estar presentes en la planta, no significa que tengan una función en el metabolismo de esta, muchos de ellos están presentes debido a que se encuentran en la composición mineralógica del suelo. Debido a que las plantas no poseen un mecanismo de absorción absolutamente selectivo, pueden absorber tanto a elementos esenciales como a no esenciales y también perjudiciales, por lo cual, la composición mineral de las plantas no es una buena guía para determinar si los elementos absorbidos juegan o no un papel esencial.
Para el crecimiento normal de las plantas se consideran a 17 elementos químicos como esenciales, también llamados nutrientes, los cuales deben cumplir ciertos requisitos:
- En ausencia del elemento en cuestión no es posible un desarrollo normal de la planta y esta es incapaz de completar su ciclo vital.
- La ausencia de un elemento esencial provoca la aparición de síntomas de deficiencia que solo pueden ser solventadas por el elemento en cuestión, es decir, que el elemento en cuestión no podrá ser sustituido o reemplazado totalmente por otro elemento.
- Debe ser conocida la función del elemento dentro del metabolismo vegetal.
- Su acción debe ser directa sobre la planta y no a través de modificaciones favorables en el sustrato.
Los elementos químicos que cubran estos criterios pueden ser considerados como elementos esenciales para el crecimiento y desarrollo de las plantas y por lo tanto son denominados nutrientes.
De estos criterios se concluye claramente que la carencia de un nutriente resulta dañina para el vegetal, pudiendo causar un desarrollo anormal o incluso la muerte de la planta.
En el caso que nos ocupa en este Cultinews, hablaremos del calcio (Ca). Se trata de un nutriente esencial, considerado como macronutriente, que se absorbe en forma de catión (Ca2+) de la solución del suelo. Es considerado un nutriente de tipo estructural en la planta, siendo imprescindible para la división celular en las zonas meristemáticas, particularmente en el crecimiento y desarrollo de los ápices y de las raíces. Está presente en las paredes celulares en forma de pectatos de calcio, constituyente de la lámina media de la pared celular, ejerciendo un papel muy importante en la división de las mismas, así como en la elongación celular. También se requiere para lograr la integridad y estabilidad de las membranas.
Aunque las funciones del calcio no se limitan a las meramente estructurales:
- Actúa como activador enzimático, como por ejemplo la a-amilasa, involucrada en el proceso de germinación.
- Controla diferentes aspectos fisiológicos de la planta uniéndose a la calmodulina, enzima responsable de la respuesta antiestrés de las plantas (expresa el potencial de aclimatación de la planta, activa proteínas de choque térmico, activa la enzima dehidrina que potencia la capacidad de deshidratado y elasticidad celular, etc.).
- Es fundamental para la formación del ácido b-Indolacético (AIA), hormona auxínica muy importante relacionada con el crecimiento y elongación celular.
El Ca tiene una escasa movilidad dentro de la planta, se trasloca en forma iónica divalente positiva (Ca2+) a nivel xilemático siendo relativamente inmóvil a nivel de floema, por lo que su deficiencia se manifestará inicialmente en las hojas nuevas, en zonas apicales o en los frutos en fase de crecimiento, aunque su carencia también puede manifestar síntomas evidentes en frutos en fase de maduración.
Los síntomas de deficiencia de calcio pueden ser observados inicialmente en las raíces antes de que aparezcan los primeros síntomas en las partes aéreas. Los ápices de las raíces se cubren de una sustancia viscosa o mucilaginosa y se tornan de color negro. Las plantas empiezan a formar nuevas raíces cerca de la base del tallo. En los ápices aéreos, la deficiencia de calcio afecta tanto la yema terminal, la cual termina por morir, como las yemas axilares. Las hojas jóvenes cercanas al ápice se encorvan al principio y mueren finalmente por el ápice y los bordes. A nivel de fruto, la deficiencia de calcio puede manifestarse por síntomas de necrosis en las zonas apicales, rajado de la piel, etc.
Estos problemas en frutos se ven acentuados con altas temperaturas, que provocan una alta tasa de traspiración, desviando el flujo de calcio que en vez de traslocarse hacia los frutos, lo hace hacia las hojas. Por lo tanto resulta interesante realizar aplicaciones de calcio en épocas de alta demanda evapotranspirativa, con productos específicos y no con formulados a base de nitratos, que no harán más que acentuar el problema debido a la movilidad apical propia del nitrógeno.
En Cultifort disponemos de varias formulaciones ricas en Calcio encaminadas a cubrir las necesidades de las plantas y prevenir las deficiencias descritas. Son las siguientes:
- Cultifort Calcio. Es un fertilizante líquido con alto contenido en calcio en forma de lignosulfonato y formulado con materia orgánica y carbohidratos, para facilitar su asimilación por las plantas. Puede aplicarse desde las primeras fases del cultivo, aunque resulta realmente indispensable durante las fases de floración y fructificación para mejorar la calidad y consistencia de los frutos. Gracias a su composición orgánica, la movilidad del calcio se va a producir justo hacia las zonas más sensibles a sufrir síntomas carenciales en las épocas donde la tasa de transpiración sea alta.
- Aminoplex Calcio. Es una formulación líquida de calcio con aminoácidos para facilitar su asimilación y traslocación por la planta. Se recomienda su utilización desde las primeras fases del cultivo para aumentar la resistencia de los tejidos y mejorar la firmeza de los frutos. Está especialmente indicado para cultivos que necesitan cubrir sus necesidades de calcio mientras mantienen una alta división celular en las zonas apicales en crecimiento, donde el completo aminograma de Aminoplex Calcio, cumple a la perfección su función bioestimulante.
- MOVICAB. Es una combinación líquida de calcio con magnesio y boro, especialmente indicada para cultivos con problemas de mala asimilación de calcio y carencias de boro. El calcio y el boro mejoran recíprocamente su traslocación en el interior de la planta, multiplicando la eficiencia de las aplicaciones de este producto. Su formulación en forma de ácidos carboxílicos con polisacáridos facilita su asimilación por la planta y su circulación hasta las partes donde se necesita.