¿Sabes qué tienen en común el repilo del olivo, el mildiu de la vid, la roya de los cereales, la Monilinia y la mancha ocre del almendro, y la Alternaria, la Botrytis o el moteado en diversos cultivos? Todas son enfermedades ocasionadas por hongos cuya acción se centra en la colonización de tejidos vegetales, algunos a nivel foliar mediante necrosis y/o defoliaciones, mientras otros pueden afectar también a los frutos causando su pudrición o momificación. En el caso concreto de la Monilinia y la Botrytis, los daños se producen directamente sobre los frutos.

Prevención de enfermedad

Otra característica común de estas (y otras enfermedades no mencionadas), es que son tratadas con Mancozeb. Al margen de su acción fungicida, sobre todo preventiva y resecante, y de utilidad en numerosos cultivos y sobre micosis especialmente agresivas, el Mancozeb juega un papel esencial en las estrategias antirresistencias. Como curiosidad, es la tercera sustancia activa más utilizada en la UE después del glifosato y el prosulfocarb (ambos herbicidas).

Mancozeb

 

Hasta el pasado año 2020, existían más de 120 registros con formulados de Mancozeb en España. A día de hoy y tras la reunión del Comité Permanente de Productos Fitosanitarios de la UE, el 23 de octubre de 2020 se dio luz verde a la propuesta de la Comisión Europea de no renovar la autorización de comercialización de Mancozeb en el mercado comunitario. Su comercialización estará prohibida a partir del 1 de enero de 2021, pero está previsto un período de transición de un año, dejando seis meses para que los distribuidores vendan existencias y otros seis meses más para que los agricultores los utilicen.

Prohibición Mancozeb

Esta decisión, deja a la agricultura sin una herramienta para el control fúngico y la prevención en la aparición de resistencias, así como para alargar la vida útil de otros fungicidas más eficaces, ya que por otro lado, podría abrir la puerta para alcanzar la prohibición de otros químicos y apostar por métodos más beneficiosos para el entorno, en lo que a sostenibilidad y ecología se refiere.

Según Carlos De Prada, comunicador especializado en cuestiones ambientales durante más de 30 años, resulta paradójico que España sea el país de la UE que más pesticidas utiliza, al mismo tiempo que cuenta con la mayor superficie de agricultura ecológica.

Esto pone de manifiesto la necesidad de apostar por el manejo integrado y las practicas de cultivo más respetuosas con la salud y el medio ambiente, que tanto está costando implantar a nivel práctico, ya que seguimos teniendo una gran dependencia sobre el uso de los pesticidas, anteponiendo en muchos casos otras opciones de prevención y manejo de plagas y enfermedades. Y es que como hemos mencionado anteriormente, la prohibición del Mancozeb supone la perdida de una herramienta, pero no es la única herramienta.

 

DOUE

 

A nivel europeo, el Reglamento (UE) 2019/1009 del Parlamento y del Consejo, de 5 de junio de 2019, por el que se establecen disposiciones relativas a la puesta a disposición en el mercado de los productos fertilizantes UE, y que entrará en vigor en julio de 2022, destaca los siguientes objetivos: promover la economía circular y la innovación, abordar los problemas de doble uso (bioestimulantes vs fitosanitarios) y aportar seguridad y eficacia a los productos fertilizantes, entre otros. En dicho Reglamento se establecen siete categorías funcionales de productos, donde se incluyen los “Bioestimulantes de las plantas” (microbianos y no microbianos).

Se entenderá por “Bioestimulante de las plantas” un producto fertilizante UE cuya función consista en estimular los procesos de nutrición de las plantas con independencia del contenido de nutrientes del producto, con el único objetivo de mejorar una o varias de las siguientes características de las plantas y su rizosfera:

  • Eficiencia en el uso de los nutrientes
  • Tolerancia al estrés abiótico
  • Características de calidad
  • Disponibilidad de nutrientes inmovilizados en el suelo y la rizosfera

Bioestimulantes para agricultura

En el Departamento de Desarrollo de Cultifort nos adelantamos a este Reglamento (UE). Llevamos años trabajando en líneas de biotecnología funcional para poder ser los primeros en ofrecer al mercado este tipo de bioestimulantes.

Dentro de nuestra innovadora línea de I + D “Biotecnología Defensiva Natural” hemos desarrollado Spiralis Long Life y Spiralis ECO Long Life. Se trata de soluciones fertilizantes que incluyen un complejo de ácidos orgánicos y péptidos seleccionados, relacionados con algas verdes y rojas, de rápida asimilación, que potencian el efecto bioprotector frente a diversos factores de estrés abiótico. Spiralis Long Life y su versión ECO, promueven la inducción y facilitan la movilización de precursores de las defensas naturales de las plantas, potenciando de ese modo la síntesis de moléculas endógenas, con alta capacidad defensiva y con sistemia. Dicho de otro modo, Spiralis activa los mecanismos de defensa natural de las plantas y lo hace a través de dos mecanismos de acción:

  1. Cambios estructurales en la paredes celulares de las plantas a nivel de su lignificación, aumentando la síntesis y acumulación de calosa y lignina, constituyendo de este modo una barrera física frente al estrés abiótico.
  2. Inducción de la síntesis de moléculas endógenas con alta capacidad defensiva tales como tioninas, proteínas PR y fitoalexinas, entre otras, capaces de atacar la pared celular de ciertos agentes patógenos cuando estos intenten colonizar la planta. Es decir, previenen del daño antes de que este se produzca.

Spiralis Long Life y Spiralis ECO Long Life son fórmulas de última generación con moléculas altamente compatibles con los tejidos vegetales que permiten su total e inmediata absorción (entre 1 y 8 horas) y cuyo efecto puede durar varias semanas.

Por otro lado, y dentro de la misma línea de “Biotecnología Defensiva Natural”, CULTISANO Cu es otro de nuestros productos más innovadores. Se trata de una combinación líquida de cobre quelatado con EDTA junto con quitosano. El quitosano es el principal derivado de la quitina, un polímero natural procedente del caparazón de los crustáceos, con propiedades de control sobre el desarrollo de determinadas bacterias y hongos. Además de activar mecanismos de autodefensa de las plantas (síntesis de proteínas PR, como por ejemplo las quitinasas), desde el punto de vista nutricional, estimula el desarrollo vegetal, retrasa su senescencia y alarga la vida productiva.

CULTISANO Cu aprovecha la sinergia entre el poder protector del cobre y la mejora de las defensas antifúngicas y antibacterianas inducidas por el quitosano, de forma que aporta dos frentes de acción:

  1. Interno: el cobre es un elemento involucrado en la autodefensa de las plantas y necesario para muchas funciones.
  2. Externo: las aplicaciones foliares de quitosano crean una capa protectora sobre la superficie que previene la colonización de agentes patógenos.

Tanto CULTISANO Cu como Spiralis Long Life y su versión ECO, aplicados 10-15 días antes de la recolección, ayudan a alargar la vida postcosecha de los productos.

Y por último CUVIOL PLUS, un formulado donde hemos asociado el cobre con lignosulfonatos y polisacáridos, para potenciar el efecto del elemento mineral (Cu), provocando un incremento de las autodefensas de la planta frente a la prevención de enfermedades.

El uso de estos productos es recomendable a nivel preventivo, tanto por vía foliar como radicular, a lo largo de todo el ciclo biológico de cualquier cultivo, especialmente en los momentos en los que las condiciones climáticas son favorables al desarrollo y proliferación de hongos y bacterias, y suponen una herramienta complementaria frente a la prevención de ciertas enfermedades, como las mencionadas al inicio de este artículo.