El uso de bioestimulantes en agricultura tiene beneficios directos en el cultivo tratado. Sirven para gestionar mejor situaciones extremas y alcanzar la excelencia del cultivo. Son cada día más valorados y utilizados para proteger y rentabilizar los cultivos en situaciones de estrés o para ayudar al cultivo en momentos críticos de su desarrollo. En este artículo nos centramos en los bioestimulantes clave de Cultifort para su aplicación en olivar

Además del aporte de fertilizantes para conseguir una nutrición equilibrada, el olivar tiene otras necesidades complementarias e iguales de importantes. Es aquí donde entran en juego los bioestimulantes. Su efecto repercute de forma positiva en el rendimiento y calidad de la cosecha así como en la “resiliencia” del árbol sometido a distintos tipos de estrés abiótico, aportando la capacidad de resistencia y recuperación a situaciones límite. Además, en fases fenológicas determinadas como por ejemplo la floración, el cuajado, el engorde de la aceituna o su maduración, el olivo puede tener un aumento significativo de necesidades. Es, en estos estados, cuando hay que actuar para cubrir las necesidades metabólicas de la planta con ayuda de los bioestimulantes.

En función de la fase fenológica en la que se encuentre el olivo, el bioestimulante debe ser el compañero de otro agente nutricional. Al inicio de la actividad vegetativa, el bioestimulante deberá ser el complemento de un fertilizante nitrogenado. En periodo de prefloración, deberá utilizarse con un formulado más alto en fósforo. Y en fase de engorde o maduración de la aceituna, el nutriente más relevante será el potasio, igualmente acompañado de un bioestimulante adecuado.

Para Victoria Cadahía, directora técnica la Asociación Española de Fabricantes de Agronutrientes (AEFA), los bioestimulantes “son productos con valor añadido, que provienen de la investigación y de la innovación, por lo que tienen un precio algo más alto que los fertilizantes pero que el agricultor verá rentabilizado en su cosecha”. Por tanto, el uso de bioestimulantes nunca supondrá un coste para el agricultor, sino más bien una inversión.

LAS ALGAS Y LOS AMINOÁCIDOS

Las algas poseen enzimas que provocan o activan reacciones de hidrólisis enzimáticas catalíticas reversibles, que las enzimas de los seres vivos, inclusive las raíces, no son capaces de realizar de forma notoria. Además de acción bioestimulante, tienen propiedades fertilizantes, porque liberan nitrógeno lentamente y además son ricas en microelementos, vitaminas y fitohormonas vegetales. Algunas incluso, actúan a nivel de inducción en el desarrollo de mecanismos de defensa natural y sistema inmunitario de las plantas. La biodiversidad de las especies de algas, junto a la biodiversidad química encontrada en cada especie, constituye un recurso prácticamente ilimitado que puede ser utilizado de forma favorable a través de la biotecnología, con el fin de obtener productos para la agricultura, siendo, a su vez, otra fuente de riqueza proteica sustentable.

Los aminoácidos, que suponen una estimulación energética en los momentos de mayor demanda del cultivo, promueven la síntesis de proteínas e intervienen en procesos concretos para favorecer la síntesis de fitohormonas y clorofila, actúan provocando un aumento adicional de la fotosíntesis, son un agente osmótico del citoplasma celular que ayuda a abrir los estomas y regula el balance hídrico de la planta, fortaleciendo las paredes celulares y ayudando a reconstruir los tejidos vegetales, impulsan la brotación y el desarrollo vegetativo, aumentan la circulación de savia y reducen el tiempo requerido por la planta para la cicatrización de los tejidos vegetales, debido a su elevada capacidad como regenerador citológico.

Desde Cultifort, queremos avanzar una serie de recomendaciones basadas en la experiencia de nuestros técnicos, ofreciendo a nuestros clientes una amplia gama de bioestimulantes adaptada a las distintas situaciones o escenarios que se puedan plantear en los diferentes sistemas productivos del olivar (tradicional, intensivo y alta densidad), tanto ecológico como convencional.

AMACOL es un bioestimulante a base de L-aminoácidos diseñado para estimular todos los estados del desarrollo vegetal, ya sea la adaptación post trasplante, el desarrollo vegetativo, la floración, el cuajado, el envero o la maduración de la aceituna. Además, es también un producto muy eficaz para superar situaciones de estrés de todo tipo (pedrisco, heladas, sequía, fitotoxicidad, etc.).

Aplicado vía radicular, influye beneficiosamente en la mejora de los parámetros físico-químicos y biológicos del suelo, favoreciendo el desarrollo de microorganismos beneficiosos, mejorando su estructura, capacidad de retención de agua, complejo arcillo-húmico, capacidad de intercambio catiónico y movilidad de nutrientes.

Es un bioestimulante que se absorbe, incluso a bajas temperaturas, con independencia de la función clorofílica, pasando directamente a la savia elaborada, por lo que tiene una alta translocación. Utilizado vía foliar, potencia la acción de las caldos fitosanitarios.

Los azúcares reductores presentes en su composición permiten a la planta formar proteínas de manera más rápida y con menor gasto de energía. Este ahorro energético favorece un mejor balance entre fotosíntesis y respiración, que ayuda al olivo a salir más rápidamente de situaciones de estrés, a favor de cultivos más productivos.

Se recomienda su uso no solo en olivar adulto, sino también en viveros y plantaciones jóvenes.

FOLITON es un bioestimulante con alto contenido en L-aminoácidos proteinogénicos, tanto libres como combinados en forma de péptidos y polipéptidos, que permiten ahorrar energía al olivo en la formación de proteínas, especialmente en situaciones de estrés o cuando existen altos requerimientos nutricionales. Se trata de una formulación líquida de rápida asimilación y translocación en la planta. Su aplicación representa una fuerte estimulación del metabolismo vegetal en momentos en que se requiera aumentar la actividad vegetativa.

La acción conjunta de los componentes de su formulación favorece la síntesis de proteínas e hidratos de carbono, promueven el inicio de la actividad fisiológica de la planta, estimulan la formación de hojas y flores, mejoran la calidad de los frutos y homogenizan su calibre y maduración.

CULTIMAR PLUS es emulsión a base de un complejo de algas que aporta principios activos fácilmente asimilables (fitohormonas vegetales, aceites esenciales, azúcares, proteínas, sales minerales y vitaminas). Contribuye a mejorar el desarrollo vegetativo y la producción, con la particularidad de retrasar la senescencia de los frutos y ayudar a superar situaciones de estrés.

Su composición lo hace ser un bioestimulante altamente versátil. Gracias al magnesio, el azufre y el boro de su formulación, es ideal para mejorar la floración y cuajado de frutos, pero también es apto para estimular el crecimiento al inicio de la actividad vegetativa o para facilitar el engorde de la aceituna, su maduración y el aumento del rendimiento graso.

En definitiva, el uso de los bioestimulantes contribuirá a proteger al olivo frente a distintas situaciones de estrés, potenciar el desarrollo vegetativo, mejorar el cuajado de los frutos e incrementar la calidad de las cosechas.