Durante esta época del año las condiciones climáticas dificultan el manejo de nuestros cultivos. Las temperaturas son más bajas, los días más cortos, con menos horas de luz, las precipitaciones son más frecuentes, etc. Esto conlleva que la elección de las especies a sembrar sea la acertada y, en ocasiones, incluso dentro de una misma especie, unas variedades se adapten mejor que otras a una zona de cultivo determinada. Por lo tanto, las especies que se siembran durante el otoño-invierno son más tolerantes a las condiciones climáticas antes mencionadas.

Destacan algunas especies leguminosas como habas y guisantes; hortalizas de hoja, flor y tallo, tales como lechugas de invierno (romana larga, cuatro estaciones, hoja de roble), espinacas y acelgas, repollo, apio, brócoli y coliflor; hortalizas de raíz, como zanahoria, rábano, remolacha o nabo; y bulbos como el ajo y la cebolla.

También hay que tener en cuenta la rotación y asociación de cultivos, a la hora de optar por una u otra especie vegetal. Con estas técnicas conseguimos aprovechar mejor el espacio del suelo y la luz, disminuir la proliferación de malas hierbas, mejorar las condiciones del sustrato y aprovechar mejor los nutrientes, combatir o prevenir ciertas plagas, etc. Como ejemplos de rotación de cultivos, tras una leguminosa podríamos plantar alguna hortaliza de hoja o de raíz; el ajo y la cebolla evitan enfermedades que pueden afectar al tomate; la cebolla además, repele la mosca blanca, al igual que el puerro y la zanahoria, pudiendo plantar hortalizas de hoja o solanáceas tras estos cultivos; etc.

hortícolas de otoño-invierno

Además de estas consideraciones, habrá que tener en cuenta que los cultivos de otoño-invierno suelen padecer otros problemas como:

  • Fisiopatías: alteraciones de diversos tipos que provocan daños en hojas y frutas, relacionados normalmente con episodios de estrés abiótico.
  • Agentes patógenos: plagas y enfermedades (estrés biótico) que proliferan como consecuencia del manejo que se haga de la plantación, como podría ser por ejemplo un uso abusivo de pesticidas que elimine fauna auxiliar beneficiosa, por la repetición de cultivos, terrenos mal preparados, programas de abonado o riego mal diseñados, etc.

Un manejo del cultivo sostenible, bien sea bajo producción ecológica o integrada, utilizando variedades adaptadas, sin descuidar los aportes de materia orgánica al suelo, procurando no repetir cultivos de la misma familia, fraccionando lo máximo posible las aportaciones nitrogenadas y potenciando el manejo de la biodiversidad, son algunas de las herramientas de las que dispone el agricultor para reducir el uso de pesticidas.

hortícolas de otoño-invierno

La independencia de los pesticidas pasa también a día de hoy, por el buen uso de los fertilizantes, regulado a nivel europeo por el Reglamento 2003/2003 (hasta julio de 2022, que entrará en vigor el Reglamento 2019/1009) y a nivel nacional por el Real Decreto 506/2013 y posteriores modificaciones. Entre los objetivos del Reglamento (UE) 2019/1009 destacan: promover la economía circular y la innovación, abordar los problemas de doble uso (bioestimulantes vs fitosanitarios) y aportar seguridad y eficacia a los productos fertilizantes, entre otros. Se establecen siete categorías funcionales de productos, donde se incluyen los “Bioestimulantes de las plantas” (microbianos y no microbianos).

Se entenderá por “Bioestimulante de las plantas” un producto fertilizante UE cuya función consista en estimular los procesos de nutrición de las plantas con independencia del contenido de nutrientes del producto, con el único objetivo de mejorar una o varias de las siguientes características de las plantas y su rizosfera:

  1. Eficiencia en el uso de los nutrientes
  2. Tolerancia al estrés abiótico
  3. Características de calidad
  4. Disponibilidad de nutrientes inmovilizados en el suelo y la rizosfera

En el Departamento de Desarrollo de Cultifort nos adelantamos a este Reglamento (UE). Llevamos años trabajando en líneas de biotecnología funcional para poder ser los primeros en ofrecer al mercado este tipo de bioestimulantes.

Para el caso concreto que tratamos en este Cultinews, las hortícolas de otoño-invierno, y para ayudar a la planta a mantener su actividad metabólica incluso cuando las condiciones no son las óptimas, recomendamos la aplicación de BVC 2021. Su formulación, potenciada por la acción sinérgica de los aminoácidos y las algas en emulsión, incluye también nitrógeno, potasio y azúcares reductores, que aportan energía y facilitan la asimilación de nutrientes por la planta. BVC 2021 ayuda a la planta a mantenerse fisiológica y metabólicamente activa incluso en condiciones adversas, tales como la falta de luz o las bajas temperaturas. Recientemente hemos mejorado su formulación mediante la “Biotecnología Activadora CULTITEK” consiguiendo efectos más rápidos y potentes respecto a otros bioestimulantes del mercado, gracias a la aportación de precursores de sustancias naturales y a la mejora de los perfiles de sustancias activas.

Dentro de nuestra innovadora línea de I + D “Biotecnología Defensiva Natural” hemos desarrollado Spiralis Long Life y Spiralis ECO Long Life. Se trata de soluciones fertilizantes que incluyen un complejo de ácidos orgánicos y péptidos seleccionados, relacionados con algas verdes y rojas, de rápida asimilación, que potencian el efecto bioprotector frente a diversos factores de estrés abiótico. Spiralis Long Life y su versión ECO, promueven la inducción y facilitan la movilización de precursores de las defensas naturales de las plantas, potenciando de ese modo la síntesis de moléculas endógenas, con alta capacidad defensiva y con sistemia. Dicho de otro modo, Spiralis activa los mecanismos de defensa natural de las plantas y lo hace a través de dos mecanismos de acción:

  1. Cambios estructurales en la paredes celulares de las plantas a nivel de su lignificación, aumentando la síntesis y acumulación de calosa y lignina, constituyendo de este modo una barrera física frente al estrés abiótico.
  2. Inducción de la síntesis de moléculas endógenas con alta capacidad defensiva tales como tioninas, proteínas PR y fitoalexinas, entre otras, capaces de atacar la pared celular de ciertos agentes patógenos cuando estos intenten colonizar la planta. Es decir, previenen del daño antes de que este se produzca.

Spiralis Long Life y Spiralis ECO Long Life son fórmulas de última generación con moléculas altamente compatibles con los tejidos vegetales que permiten su total e inmediata absorción (entre 1 y 8 horas) y cuyo efecto puede durar varias semanas.

Pero no todo acaba aquí. Hay hortalizas a las que les gusta la materia orgánica muy fermentada y otras capaces de aceptar materia orgánica poco descompuesta. Sin embargo, la vida en el suelo no admite ni contempla en su interior la materia orgánica en estado de fermentación, ya que esta debe hacerse en presencia de aire, no en estricta anaerobiosis, en varias fases que involucran desde insectos hasta bacterias, hongos y otros microorganismos que integran el suelo.

hortícolas de otoño-invierno

En Cultifort desarrollamos hace más de 30 años Microvital – L, un producto compatible con las necesidades de compuestos orgánicos por parte de los cultivos y “prebiótico”, capaz de favorecer la activación y el desarrollo de la microbiota del suelo. Microvital – L es activador biológico del suelo de origen natural, rico en magnesio y micronutrientes complejados con ácidos orgánicos y moléculas flavonoides, asimilables directamente por la planta, sin necesidad de descomposición en el suelo. Influye beneficiosamente sobre los parámetros físico-químicos del suelo, facilita la germinación de semillas, la formación de raíces y la actividad metabólica de las plantas. Aporta un plus diferencial a los cultivos gracias a las moléculas flavonoides, con propiedades antioxidantes y que protegen a la planta frente a los efectos nocivos de la radiación ultravioleta. Los ácidos orgánicos contenidos en Microvital – L hacen que este producto sea único en el mercado, sin competencia, ofreciendo resultados visibles tanto a corto como a largo plazo.

Todos los productos de Cultifort han sido desarrollados utilizando materias primas de primera calidad. Nuestros formulados son “residuo cero” y la gran mayoría de ellos se encuentran certificados para su uso como insumos en Agricultura Ecológica.